miércoles, 6 de abril de 2011

La otra cara del maltrato


Mucho se habla sobre la violencia de género y la violencia doméstica... Desgraciadamente es un problema de máxima actualidad y de gran repercusión social. Personalmente considero que la violencia de género existe desde hace muchísimo tiempo, solo que antes se hallaba silenciada y ahora con la preocupación de igualar los derechos de la mujer a los del hombre es cuando esta empezando a sonar.
Aclarar aquí para los no profesionales del mundo de lo social que violencia de género es aquella dirigida desde el hombre hacia la mujer basada en la creencia de la superioridad del hombre y la necesidad de dominación de las mujeres. Por otro lado, la violencia doméstica hace referencia a la violencia en el hogar tanto de hombres a mujeres como viceversa o a los hijos.
Hoy estoy aquí porque aunque se habla mucho de cómo ayudar a las víctimas, raramente se habla de cómo ayudar al maltratador. No se malinterprete... Con la violencia tolerancia cero. Pero considero igual de importante ayudar a una víctima a superar su situación que el hecho de prevenir que se pueda acabar siendo una víctima.
No existe un perfil del hombre maltratador que se ajuste al 100% y que sea infalible. Pero sí hay una serie de factores que pueden potenciar el hecho de que un hombre acabe convistiéndose en un maltratador.
En primer lugar el modelo de sociedad patriarcal potencia el maltrato porque potencia la idea de que el hombre es superior a la mujer. Por otro lado están los estereotipos de género que generan tendencia a cumplir un papel en función del sexo. Pero no olvidemos la carencia de habilidades de expresión emocional y la falta de habilidades para la resolución de conflictos sin usar la violencia.
Un maltratador no tiene por qué venir de una familia en la que hubo maltrato, no tiene por qué haber sido una víctima. Pero sí es una persona que se tiene unos valores erróneos y una carencia de habilidades que le llevan a emplear la violencia (física, psicológica o ambas) para conseguir lo que quiere.
Escribo esto porque estamos entrando en una situacion en la que se estimula más socialmente el odio hacia el maltratador que la comprensión para la prevención. Y esto no es ninguna tontería porque tratar de erradicar un problema grave de violencia con rabia e ira puede ser un arma de doble filo. Yo soy la primera que puedo sentir prejuicios hacia el maltratador, pero afortunadamente mi postura profesional, mi obligación de ser objetiva, me hacen reflexionar respecto a mis propios prejuicios para eliminarlos y así poder colaborar a crear cambios sociales de una forma objetiva y no dañina.
Para acabar con la violencia de género no sólo debe concienciarse desde el plano de las víctimas, debe irse más allá y ser conscientes de que sin maltratador no hay víctima.
Considero que deberían reforzarse las intervenciones respecto a los maltratadores ya formados. A día de hoy solo la mitad de los maltratadores se rehabilitan y la gran mayoría no acepta formar parte de una intervención rehabilitadora. Esto es un problema. Porque si el maltratador no está encerrado, ni rehabilitado seguirá siendo un peligro en potencia.
Hay modelos de intervención geniales para acabar con esta situación pero no se potencian y es una lástima...
Personalmente creo que nadie nace siendo un monstruo, las personas nos vamos formando a lo largo de la vida. Por ello considero crucial para acabar con esta problemática la educación en la igualdad desde la infancia. el primer paso debe ser la erradicación del modelo patriarcal y en especial las ideas machistas. Pero debemos ir a más y enseñar a nuestros niños tanto habilidades para expresar emociones como habilidades para la resolución de conflictos sin violencia.
La carecia de habilidades emocionales es un caldo de cultivo perfecto para crear frustraciones, acumular rabia y acabar en ira. No hay emoción negativa, todas son aceptables y saludables, pero hay que saber cómo expresarlas y canalizarlas.
Por otro lado, la ausencia de habilidades para la resolución de conflictos es palpable en nuestra sociedad. Si no fuese así la violencia no sería una herramienta tan utilizada. Considero que se deberían enseñar técnicas de resolución de conflictos incluso en el propio colegio. Ir un paso más allá de la mediación sería algo ideal pero realista si se propusiese.
Por último añadir que la violencia de género es un problema que nos afecta a todos. Parte de nuestro modelo de sociedad y por ello todos debemos colaborar para su solución. El maltratador no es una persona mala a la que hay que erradicar, es un modelo o un patrón erróneo que debe corregirse desde la convicción de que todos somos personas con pensamientos, ideas y formas de actuar.

lunes, 24 de enero de 2011

Buscando el equilibrio


Dicen que los polos opuestos se atraen... Yo considero que más bien se complementan y que el verdadero equilibrio se encuentra cuando consigues que esas dos partes dejen de pelearse entre sí para redescubrirse como complementarias y no como enemigas.
El problema surge cuando las dos polaridades se encuentran dentro de un mismo ser... Ahi la búsqueda del equilibrio se dificulta por los temores, las dudas, las inseguridades... Es aquí donde suele aparecer el más tortuoso conflicto. Porque no hay peor conflicto que el que no puede callarse por ir dentro de nuestra mente.
Pero un ejemplo de que encontrar ese equilibrio es posible es el título de este blog: locura cuerda. Dos opuestos que se complementan, haciendo que uno y otro sean necesarios. No siempre se llevan bien, ni siempre están cómodos con la otra parte pero ahi están... Tratando de vivir lo más armónicamente posible.
Nadie dijo que encontrar el equilibrio fuera fácil. Pero posible debe de ser cuando incluso este puede representarse con un dibujo como el del ying yang. Búsquemos pues...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Apuesta por la Multiculturalidad


Hace algunos años en Europa pedimos trabajadores porque habían empleos que nosotros no queríamos ocupar... Y le hicimos la oferta a trabajadores con una realidad muy dura, tan dura que en ocasiones su única posibilidad de supervivencia es emigrar... Pedimos trabajadores pero vinieron personas. Personas con necesidades, derechos, deseos, sentimientos, sueños... Y también con otras culturas...

Pese que el fenómeno migratorio ha existido desde siempre, hoy parece cogernos por sorpresa. Hoy podemos analizarlo desde dos perspectivas más allá que como un fenómeno social: como un problema y como una oportunidad.

La percepción más extendidad en nuestro país es que la inmigración es un problema. Se tiende a pensar que los inmigrantes aumentan las tasas de pobreza y delincuencia, que degradan las zonas donde se asientan, que nos roban los recursos... Y ahora además, en plena crisis económica, tienen la desfachatez de robarnos el trabajo... Los medios de comunicación bien se encargan de instaurarnos esta percepción, después sorprenden los actos racistas y xenófogos...

Como decía el fenómeno de la inmigración puede verse como un problema. Pero si se analiza objetivamente veremos que no es tan problema como nos lo pintan. No hay estadísticas que demuestren que hayan más inmigrantes delincuentes que españoles: hay estadísticas que demuestran que la mayor parte de inmigrantes en centros penitenciarios se encuentran ahi por encontrarse en situación irregular en el país. Los inmigrantes no se instalan en zonas que estuviesen bien aclimatadas antes de su llegada: se les empuja a instalarse en zonas que estando ya degradadas, por intereses inmobiliarios se pretende que se degraden más aún. Cierto que consumen los recursos del Sistema de Bienestar, pero también es cierto que gran parte de ellos cotizan y que no llegarán a cotizar el tiempo suficiente para cobrar pensiones o paro. Lo cual por cierto supone un ingreso tremendo para nuestras arcas (como dato aportaré que en el año 2006, los inmigrantes aportaron el 10% del dinero recaudado por la Seguridad Social). Además cabe añadir los beneficios que aporta la población inmigrante sobre nuestras tasas de natalidad...

En fin, el fenómeno es muy complejo y obiamente tiene sus pros y sus contras. Pero aparte de esto, las migraciones son una realidad. Una realidad que no cambiará mientras las condiciones de los inmigrantes no mejoren en sus países de origen. Porque no estamos hablando de una movilidad totalmente voluntaria, estamos hablando de una movilidad por necesidad, por mejora de condiciones de vida o por propia supervivencia (cuando alguien te dice que la esperanza de vida de su país es de 40 años, ¿cómo le dices que se quede a morir en su tierra?).

Dado que los Objetivos del Milenio no tienen pinta de ir a cumplirse y de que millones de personas seguirán necesitando emigrar para subsistir, considero que debemos replantearnos los cambios que esto va a suponernos. Ya han comenzado, eso es evidente. Pero debemos analizar qué camino queremos tomar para afrontar esta realidad.

Aquí es donde cobra sentido y protagonismo la perspectiva del fenómeno migratorio como oportunidad. Los inmigrantes son ya parte de la sociedad, transformando desde una perspectiva demográfica, cultural, política y económica. Pero el proceso de adaptación debe estar presidido por el consenso, el diálogo y la participación de todas las partes afectadas.

Veo una sociedad multicultural como una oportunidad de enriquecimento a muchos niveles, es un cambio pero los cambios son oportunidades. (Importante recalcar que utilizo el término "multicultural" a conciencia, pues considero que optar por el término "multiracial" no sería enriquecedor. El color de la piel no es más importante que el color de nuestros ojos.)

Obviando los factores económicos, demográficos y políticos; me decanto por destacar la oportunidad cultural que supone una integración de los inmigrantes. Considero la integración como la mejor opción posible en nuestras circunstancias y considero que esta debe facilitarse desde los dos lados. La UE tiene unos princios básicos para la integración que considero bastante interesantes. Estos se basan en tres ideas clave: la integración como proceso social dinámico prolongado en el tiempo, que requiere de un esfuerzo bidireccional de adaptación a la nueva realidad y que el marco debe estar delimitado por los valores de la Unión Europea.

Personalmente no concibo mi vida sin lo que la población inmigrante aporta a ella día a día. Gracias a la multiculturalidad mi vida se ha visto enriquecida tanto en conocimientos, gustos artísticos, aficiones, vestimenta, gatronomía... Por no hablar de las amistades y de los servicios con los que puedo contar gracias a la inmigración. Considero que observar este fenómeno desde el punto de vista de que es solo el inmigrante quien se beneficia es quedarse muy corto. Considero que hay que valorar no sólo los beneficios que recibimos las personas del país receptor sino que además hemos de analizar y tener en cuenta las dificultades con las que cuentan los inmigrantes. Desde aquí propongo reflexionar sobre dos cuestiones: ¿cómo sería mi vida en un país totalmente diferente? y ¿cómo sería mi vida en mi país si no existieran los inmigrantes?

El tema es complejo, muchos puntos no han sido tocados aquí, por ello pido comprensión al lector y sobre todo una perspectiva analítica compleja.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La curiosidad... ¿Mató al gato o lo hizo más sabio?


Aún recuerdo cuando era pequeña y llegaba la hora de ponerme a hacer los deberes del colegio... Resultaba fastidioso, creo que a casi ningún niño le gusta hacer los deberes. Y ahora en la universidad veo un panorama similar... Estudiamos cosas que no sabemos para qué estudiamos y eso nos molesta. Tratamos de sacar la máxima nota con el mínimo esfuerzo y eso se traduce en una falta de curiosidad por el aprendizaje.

El mundo esta falto de curiosidad y falto de motivación... Y yo me cuestiono si eso es bueno. Se nos enseña el refran "la curiosidad mató al gato" pero... ¿Realmente es mala la curiosidad?

Personalmente considero que cualquier tipo de conocimento siempre es bueno. Aunque sea eso que denominamos "cultura general" que nos sirve para hablar con otras personas de algo más que del tiempo, como cualquier tipo de noción.

Considero la curiosidad como una de las cualidades más importantes en una persona porque eso nos lleva a aprender, nos lleva a conocer mejor nuestro entorno, nos da la capacidad de opinar, etc. El saber nunca es malo, incluso cuando lo que aprendemos o descubrimos no sea de nuestro agrado.

La curiosidad ha llevado a la revolución tecnológica, al avance de las grandes civilizaciones, a los descubrimientos de los sabios y los no tan sabios.

Y disfrutar de esa curiosidad es algo grandioso, algo que podría hacer del mundo un lugar mucho mejor. Porque el conocimiento sin una aplicación cargada de ansias de poder nunca puede ser malo.

Creo firmemente que si cada trabajador fuera un apasionado de la labor que desempeña, un apasionado de cómo hacer su trabajo mejor... Creo que entonces el mundo sería un lugar mejor.

Deseo desde aquí a cada persona que me lea, que cada día aprenda algo nuevo. Que descubra la pasión por la curiosidad y el aprendizaje. Porque una vez te apasiona aprender, encuentras una pasión y un disfrute que no conoce fín.

jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Como estas hoy?


Hoy he llegado a la conclusión de que vivimos acostumbrados al dolor... Quizá no a un dolor intenso pero si a un grado de dolor "tolerable" que se convierte en un ruido de fondo, casi en un sonido ambiental de nuestras vidas...

Tensiones, achaques, dolores "crónicos"... ¿Quien puede decir que si escanea tanto su mente como su cuerpo se levante cada día al 100%? ¿O que acabe el día sin sentir molestias de ningún tipo?


Ahora que terminan las vacaciones nos horrorizamos ante la vuelta a nuestra rutina... Se acabo el relajarse, se acabo el sentirse bien... Pero, ¿realmente esto debe ser así? Se nos enseña la importancia de la salud pero lo cierto es que solo nos preocupamos por ella cuando comienza a faltarnos. Y acabamos relegando el cuidarnos a todos los niveles para las épocas de vacaciones, cuando en realidad el cuidado debe ser algo diario.


Sedentarismo, mala alimentacion, adicciones insaludables, estres, contaminacion... ¿Acaso no es nuestro pan de cada día? Cierto que por nuestro ritmo o condiciones de vida no podemos permitirnos el "lujo" de cuidarnos siempre al 100%, aunque las condiciones deberían ser las propicias para ello nuestro modelo de sociedad, nuestras creencias, muchas veces no nos lo permiten. Pero abogo hoy por tener cada día un rato de mini vacaciones, porque la salud y nuestro bienestar no pueden relegarse a cuando tengamos vacaciones.

viernes, 27 de agosto de 2010

El precio del relax...


Con el nuevo objetivo fijado de encontrar la paz mental y alcanzar un estado de relajamiento, comienzo a investigar sobre las posibilidades que me ofrecen llegar a ese punto. Y aunque no me pille de nuevas veo como el relax se ha convertido en un bien de consumo (y bastante caro jejeje). La oferta es inmensa: viajes, terapias, masajes, tratamientos, deportes, filosofias, etc. La verdad que hay tantas cosas que una estando curiosa se ve tentada de probarlas todas, aunque eso supondría mi ruina económica jajajaja. Pero como un objetivo es un objetivo alguna que otra cosa provare...

No deja de resultarme curioso como algo como la tranquilidad tenga un precio... Vale que vivamos en la sociedad del consumo pero el limite debería estar puesto en alguna parte. La tranquilidad y por tanto los beneficios para la salud que eso conlleva no deberían tener precio o por lo menos no un precio tan elevado. Como tantas otras cosas debería estar al alcance de todos. Pero este es un mundo imperfecto al que debemos tratar de adaptarnos lo mejor posible siempre y cuando no podamos cambiarlo...

En fin... Menos mal que siempre nos quedaran los clásicos: montarse el spa en casa, las veladas con los seres queridos, los paseos por la playa, la buena lectura, la mentalidad optimista, etc. Y es que al fin y al cabo no se le puede poner precio a todo.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Necesitada de una brujula...


Tras mucho, muchisimo tiempo sin escribir aquí estoy de nuevo. Con necesidad de escribir, de recuperar partes de mi que creo que he dejado de lado. Ya hace un tiempo que no me siento del todo bien... Comencé a darle un gran aceleron a mi vida, como si me faltase tiempo para todo, como si quisiera hacer en un minuto lo que de normal se hace en horas... Comencé a acelerar y acelerar, tomando el Carpe Diem como un lema convertido en dictadura... Y ¿en que me he convertido? En una persona estresada, en una persona que ya no medita a fondo porque no tiene tiempo para ello. Y como considero que eso no es bueno, aquí estoy de nuevo. Porque con tanta prisa, con tanto querer hacer, siento que he perdido una parte de mi por el camino y quiero recuperarla además de sumarle otras nuevas.
Me planto ahora mismo con las grandes preguntas existencialistas típicas y mundanas... ¿Quien soy yo? ¿Que quiero en esta vida? ¿Que sentido tiene todo? Y he comenzado a buscar respuestas, siendo consciente de que por norma general esas respuestas varían en función de la cronología... Soy una bola de estres, quiero tranquilidad, el sentido lo damos nosotros...
Consciente de que para indagar mejor en mi psique, razón y emoción, necesito silencio... Aquí estoy, porque escribir siempre me funciono y dudo haber cambiado tanto como para que ahora no sea efectivo.
Realmente quien lea esto siendo ajeno a mi puede acabar realmente perdido, esto mas que un texto es un desvarío jajajaja. Pero al fin y al cabo estoy en mi Locura Cuerda... Este maravilloso rinconcito de la red que había abandonado por no recordar lo saludable que me resulta...
En fin, voy en busca de mi propia brújula. Porque siento que una nueva etapa comienza, una etapa importante y quiero saber hacia adonde dirigir mis pasos...