domingo, 28 de junio de 2009

Querer es poder

Tenemos cierta tendencia al conformismo, a aceptar las cosas como son sin luchar por cambiarlas. ¿Por qué? En parte creo que porque creemos en los imposibles. ¿Pero realmente existen los imposibles? ¿Realmente existen los sueños imposibles de alcanzar? Yo objetivamente creo que no. Creo que algo se convierte en imposible exclusivamente cuando lo calificamos como tal. El poder de las palabras es tan grande... Y es que lo único que convierte las cosas en imposibles es nuestra propia percepción, las barreras que nosotros mentalmente creamos entorno a lo que consideramos inalcanzable o irrealizable. Porque la idea de que algo sea imposible nos ata las manos y nos impide actuar como deberíamos hacerlo para alcanzar la meta deseada. Y es que si ponemos todo nuestro empeño, si nos dejamos la piel por conseguir algo, lo más probable es que acabemos consiguiéndolo tardemos más o menos.

Pero... ¿Estamos dispuestos a pagar el precio de que querer sea poder? Considero que esta pregunta es crucial a la hora de plantearse una meta de determinada complicación. Porque igual no es que existan los imposibles, es que el precio a pagar igual es demasiado alto. Quizá tan alto que no nos compense pagarlo por alcanzar el imposible. Quizá sea mucho más sencillo decirnos que el objetivo es inalcanzable. Eso nos hace la vida más cómoda, más sencilla. Y nos elimina ese pequeño remordimiento, esa espinita que nos carcomería de otro modo. Seamos sinceros con nosotros mismos, aceptemos que no siempre estamos dispuestos a pagar el precio y vivamos tranquilos con esa decisión. Porque a diario vemos claros ejemplos de superación a nuestro alrededor, vemos claras muestras de que lo imposible no existe. Y no es que existan los súper hombres, es que hay gente dispuesta a pagar el precio. Creer que nosotros no logramos nuestras metas por falta de capacidades es faltarnos el respeto a nosotros mismos. Bien que cada persona tiene sus diferentes cualidades que le facilitan las tareas. Pero, todos, sin excepción, somos capaces de hacer posible lo imposible porque querer es poder.

1 comentario:

  1. Yo no soy tan optimista. Desde mi punto de vista no siempre se puede lo que se quiere. Querer es poder, sólo a veces; y esto, siempre y cuando todo lo que haya que hacer, para conseguir lo que se quiere, dependa de nosotros. Ya no digamos si lo que queremos depende de lo que hagan o quieran otros. En este último caso, querer es topar. Un saludo, Marta!

    ResponderEliminar

Tu opinión es bienvenida.